Un cactus como regalo natural es ideal para personas que no quieran plantas que necesiten de muchos cuidados. La principal característica de los cactus son su gran resistencia a la falta de agua y sus espinas. Sin embargo, es importante regarlo cada 15 o 20 días.

En algunas culturas los cactus son símbolo de protección y en otras que transmiten la paz y la fortaleza interna. Si tu eres de esas personas que no sabe que hacer con uno de ellos, aquí te diremos como identificarlo y que cuidados debes tener.

 

Cactus del desierto

Estas curiosas plantas, originarias de américa y áfrica, están adaptadas soportar condiciones extremas de temperatura, luz y sequía. Sus gruesos cuerpos redondos están diseñados para reducir la evaporación todo lo posible, acumular gran cantidad de agua y realizar la fotosíntesis. Las hojas se han convertido en espinas, que tienen diversas funciones disminuir la superficie de evapotranspiración, actuar como pantalla contra los rayos solares, captar el agua del rocío por condensación y proteger al cactus de los animales herbívoros.

 

Cactus del bosque tropical

 

 

Mejor conocidos como cactus de Navidad por sus bellas flores, son plantas epifitas que crecen sobre los árboles de la selva y en los desechos de las hojas que se acumulan sobre las ramas. No toleran el exceso de calor, por lo que, a diferencia de los cactus del desierto, necesitan riegos frecuentes.

 

Crasas o suculentas

 

 

Tienen una gran variedad de formas y tamaños, las hay que se parecen a los cactus por su forma globosa y las que parecen plantas convencionales, pero con hojas carnosas. No tienen espinas, pero también son capaces de almacenar agua durante largos períodos de tiempo y resisten muy altos niveles de iluminación y temperaturas extremas.

 

Cuidados de los cactus y crasas

Riego

A principios de primavera, cuando va desapareciendo el riesgo de heladas y se observa que la planta empieza a brotar, es el momento de regar con cierta frecuencia (una vez cada 10-12 días) y se irá aumentando la frecuencia de los riegos de forma progresiva hasta llegar a los meses más cálidos, en los que se regará cada 4-8 días, según las zonas.

En el otoño se comenzará a reducir la intensidad del riego, realizándose cada 8-10 días y espaciándolo cada vez más con el fin de ir haciendo entrar en reposo a las plantas, hasta llegar prácticamente a suprimirlos durante diciembre y enero o, como mucho, dar un riego suave cada 20-40 días en el período más frío.

Con temperaturas inferiores a 10ºc no deben regarse los cactus, porque se pudren.

Es mejor dar un buen riego que moje todo el volumen del suelo, que varios riegos superficiales, que no llegan bien a las raíces.

Hay que dejar secar bien la tierra entre riego y riego.

Aunque todos los cactus necesitan mucha iluminación, no todos soportan los rayos directos del sol. Como norma general, las especies provistas de pelos, espinas muy fuertes o muchas espinas, requieren pleno sol, mientras que las especies con pocas espinas y las crasas requieren una cierta sombra. La ventilación también es muy importante para estas especies.