Cuando pensamos en México es casi seguro imaginar un nopal. Esta fruta es tan común en el país como lo es el agave o la sábila. Los aztecas la empleaban para sanaciones y como alimento y además es un elemento clave para la historia de este país y lo podemos ver claramente en la bandera nacional.
El emblemático nopal, donde un águila se posa mientras devora una serpiente es una fuente de múltiples significados. El mito detrás de este simbolismo refleja la importancia que las civilizaciones prehispánicas mantenían hacia esta fruta. Algunos historiadores describen al nopal como la base de la alimentación y de la farmacéutica azteca. Al ser una planta común, los aztecas concebían al nopal como vital para el desarrollo de su sociedad y es por eso que el águila usa a esta fruta como base para mantenerse de pie.

Otros estudios resaltan al nopal como un símbolo de importancia puesto que esté es el cimiento que determinó la construcción de la ciudad azteca de Tenochtitlán. La leyenda prehispánica relata como un grupo de nómadas tenía la misión de fundar una ciudad donde encontraran un águila parada sobre un nopal que devora una serpiente. Todo indica que hallaron dicha escena sobre un gran lago donde actualmente se encuentra el Zócalo de la Ciudad de México y fue ahí donde edificaron una de las ciudades más grandes del momento.

Ciertamente el nopal es un elemento clave para la historia de México. Sin él, nuestros antepasados tendrían una cosmovisión diferente y tal vez nuestro presente sería distinto. Es por eso que el nopal representa para la comunidad mexicana, más que un símbolo.

 

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