El movimiento “zero waste” o “residuo cero” es una filosofía de vida que pretende generar la menor cantidad de residuos posible, minimizando, a su vez, nuestra huella ecológica. Hoy en día, mucha gente se quiere sumar a “zero waste” por muchas razones: ayudas a salvar el planeta, mejoras tu calidad de vida y, entre otras cosas, contribuyes a fomentar el comercio local, pequeños artesanos y productos de calidad y km0 (de proximidad).

Aunque el estilo de vida “zero waste” proporcione muchísimas ventajas, también hay que tener en cuenta los pequeños inconvenientes que pueden surgir: se necesita ser más previsor, ya que al ir a comprar debes llevar tus propias bolsas de tela y envases reutilizables y, como no siempre puedes llevar contigo todo lo que necesitas, debes planificar. Además, apoyar el comercio local y justo (si también quieres contribuir a la sostenibilidad social), comprando productos de proximidad de pequeños agricultores, puede resultar más caro que comprar en grandes supermercados donde puedes encontrar de todo. A pesar de ello, la calidad y sabor de los productos compensan la diferencia de precio.

Zero Waste Cero Residuos Vegan Sin - Foto gratis en Pixabay

8 sencillos consejos para reducir los residuos

Optar por un estilo de vida “zero waste” puede ser complicado si no sabes por dónde empezar, así que ahí van ocho sencillos consejos para contribuir a cambiar el mundo:

Usa una botella reciclable. El agua, café o cualquier sustancia que quieras llevar se conserva mucho mejor en una botella reciclable o termo. Tanto el sabor como la temperatura se mantienen.

Usa bolsas de tela. Lleva siempre contigo una bolsa de tela, no ocupan prácticamente espacio y la puedes usar en cualquier momento. Además, se pueden lavar y es mucho mejor que usar bolsas de plástico que muy probablemente acaben en el mar.

Cambia tu cepillo de dientes por uno de bambú. Personalmente llevo tres años y medio usando cepillos de bambú y no he tenido ningún problema en mis dientes. De hecho, los hay con los pelos más blandos para todos aquellos que tengan unas encías más delicadas. Además, también se pueden encontrar de diferentes colores y formas para no confundirse.

Rechaza las pajitas. Las pajitas son uno de los elementos que menos utilidad tienen pero que más cuesta de destruir. Entre beber con o sin pajita no hay mucha diferencia para ti, pero si para el planeta. Hazte con una pajita reutilizable de bambú o de metal para no tener que preocuparte más.

Zero Waste | A word cloud featuring "Zero Waste". This is li… | Flickr

Usa jabones sólidos. Puede parecer muy incómodo, pero te acabas acostumbrando. Los champús en sólido son mucho mejores para tu pelo y piel, pues la mayoría suelen ser más naturales, sin parabenos ni siliconas. En tiendas tan famosas como Lush puedes preguntar e incluso probar algunos de estos jabones.

Recicla todo lo que puedas. Podrás pensar que la mayoría de los residuos no se pueden reciclar, pero sin ir más lejos los residuos de la comida se pueden compostar, lo cual será de agradecer para tus plantas ya que no hay mejor abono que el natural.

Cada residuo a su contenedor. Si no encuentras ninguna utilidad extra a los envases, una vez consumido su interior, depositalos en el contenedor que corresponda. Esta simple tarea, facilita mucho el trabajo a los vertederos que separan los residuos.

Pásate a la copa menstrual. La copa menstrual (se puede comprar en farmacias) es el sustitutivo de los tampones y compresas para una menstruación sin residuos. Las hay de diferentes formas y tamaños para que se puedan ajustar perfectamente al cuerpo de cada mujer.

 

Fuente: ¿Por dónde empiezo a llevar una vida “zero waste”? – ESCI-UPF News