Los invernaderos caseros son capaces de generar determinadas condiciones de temperatura y humedad. Son ideales para cultivar muchos tipos de verduras y hortalizas durante los meses de invierno o fuera de temporada. Si dispones de un huerto urbano puedes hacer un pequeño invernadero casero con escasos recursos.

Beneficios de los invernaderos caseros

  • Hacer un invernadero casero es una idea económica.
  • Podemos aprovechar materiales viejos y reciclarlos.
  • Podremos plantar verduras y hortalizas fuera de temporada.
  • El crecimiento de nuestras plantas se acelera, ya que el invernadero aprovecha todos los rayos de sol.

 

Pasos para hacer un invernadero

  1. Escoge un lugar luminoso

Es la clave para que las plantas crezcan fuertes y saludables. El espacio elegido debería recibir al menos seis horas de luz solar al día, en especial durante la mañana, y estar dispuesto longitudinalmente de norte a sur para reducir la radiación excesiva durante el mediodía. Además de la iluminación, el lugar tendría que contar con un buen drenaje para evitar la acumulación de agua.

  1. Asegúrate de tener acceso a los servicios

El invernadero necesita suministro de calefacción, agua y electricidad. Una buena idea es incluir paneles solares en el techo, que además de ser una fuente de energía limpia resultan estéticos y, a la larga, más económicos.

Otra opción interesante para reducir el impacto ambiental y el costo del nuevo espacio es incorporar cisternas que recolecten y almacenen el agua de lluvia.

  1. Utiliza los materiales adecuados

Por lo general los invernaderos cuentan con marcos de aluminio o de madera. Mientras que los primeros son más resistentes y necesitan de menos mantenimiento –ideal para quienes cuentan con poco tiempo-, los segundos dan al espacio un aspecto más armónico y natural.

Las paredes deben cubrirse con vidrio o plástico, siendo frecuentes los modelos de policarbonato. Estos resultan irrompibles y filtran los rayos ultravioleta.

  1. Integra el diseño interior

Con algunas estrategias de decoración el invernadero puede convertirse en un espacio tan funcional como atractivo. Lo ideal es optar por accesorios que aporten frescura y calidez, como por ejemplo mesas de madera o macetas de mimbre. Si el objetivo es añadir color y personalidad, se pueden utilizar elementos reciclados como neumáticos pintados o latas de aluminio.

Más allá de la estética, es importante organizar el espacio para mayor funcionalidad: no puede faltar un área de trabajo donde haya mesas, bancos, herramientas y semilleros.

  1. Respeta las tareas de cuidado y mantenimiento

El bienestar de las plantas depende en gran parte de la temperatura del invernadero: se recomienda que la máxima no supere los 30 grados y que la mínima no esté por debajo de los 10 -es importante contar con un termómetro para controlarlo-.

Tampoco hay que olvidar mantener la cubierta libre de polvo, dado que la suciedad puede interferir en el paso de la luz natural.

Vía Home &Health

 

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